En la ultima teórica seguimos viendo retratos de diferentes fotógrafos. Creo que estuvo buena no solo por los fotógrafos nuevos, sino por la oportunidad de volver a ver otros que ya los conocía. Específicamente con Nan Goldin me paso que aunque ya había visto fotos suyas antes, al volver a verlas después de un tiempo largo me paso algo diferente. Antes no me parecían nada del otro mundo, si bien reconocía que eran fotografías buenas. No me interpelaban de una forma especial, pero al verlas de vuelta en la teórica, la sensación fue diferente, me detuve mas sobre ellas. No se si se debe al tiempo que paso, a una mirada diferente que fui desarrollando, o por la contextualización de las fotos que se dio en la clase que las hizo mas interesantes, pero definitivamente algo hizo que esta vez las fotos me interpelaran de una forma muy diferente. Esto es una de las cosas que mas me gustaron de la teórica, la posibilidad de volver a mirar estos fotógrafos. Quizás de otra forma no se si hubiera vuelto sobre las fotos de Nan Goldin, y me hubiese perdido de esta posibilidad de encontrarme con ellas.
Otra de las cuestiones que me quede pensando fue en las musas, los prototipos de belleza, y una frase que salió durante la devolución en comisión sobre a quien elegimos poner delante de la cámara, que decimos sobre la belleza con eso. Esto es algo que vengo pensando hace un tiempo ya, y que me pone terriblemente incomoda, ya que constantemente me veo frente a la contradicción de pensar en que no quiero perpetuar esta mirada hegemónica y cerrada de lo bello, lo poético o artístico que determina quien se puede poner frente a la cámara, y de que forma se puede poner. Pero a la vez, en el momento de la practica caigo en ello casi sin darme cuenta, o resignandome a ella, pensando en las posibles mal interpretaciones, o poniendo en duda mi propia mirada de la belleza y de lo ético.
En este sentido me parecieron super interesantes las fotos de Sally Mann, donde la mirada es un tanto "políticamente incorrecta" con estos desnudos y los niños. Al igual que las de Lewis Carroll, que me parecieron muy buenas, y un tanto perturbadoras. Verlas me disparaba a pensar en su proceso de producción, si ellos se habrán detenido a pensar en todo esto, en lo que decían sobre lo bello, lo que se retrata y de que modo se retrata.
Por el momento me quedo con esta incomodidad dando vueltas. Creo que poder empezar a notar esta contradicción en mis proyectos, re preguntarme sobre ella, un poco obligarme a actuar frente a ella, es una forma de ir fortaleciendo mi mirada, hasta que en algún momento pueda automatizarla y que si caigo en lo hegemónico, no sea porque si, sino porque haya una decisión consciente y sincera detrás.
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