Registro Mesas

Para nuestra mesa elegimos tomar la materialidad de nuestra artista, y  una pregunta que tomamos de su obra, y quizas por su vigencia, por como nos atraviesa a nosotras, no podiamos (o al menos yo) dejar de lado ¿Cual es la mujer ideal?

Nos interesaba que la mesa fuese interactiva, que no se quedase solamente en la observación, que convocara ademas del pensar, al hacer. Creo personalmente, que el hacer tiene algo mas inquietante. Encontrarse con un montón de recortes, implica tener que elegir y descartar, implica un criterio, un discurso que se confirma; o no.
Quisimos, por otra parte, ir generando material a partir de la interaccion que a su vez se proyectase.


El resultado de esto ultimo no fue tan bueno, tuvimos unos cuantos problemas, y aunque durante un breve periodo pudimos hacer funcionar el circuito no se llegaba a apreciar realmente.

Dejando de lado esto, el resultado creo que fue bueno, teníamos miedo inicialmente que nadie se copara a armar algo, y quedasen un montón de papelitos de colores puestos en una mesa. Pero creo que la respuesta fue buena, y surgieron un montón de mujeres ideales distintas.

Las mesas que elegimos fueron:

- Claude Cahun. Nos llamo la atencion la cantidad de material que habia en la mesa, el juego con el cuerpo, las mascaras, el espejo. En lo personal tenia algo super extraño que hacia que incluso despues de dar dos o tres vueltas me siguiera convocando a mirarlo, incluso al principio me costo entrar, y me costo permanecer un rato. En el momento no se si super entendi todo, porque no recordaba al artista, pero me genero intriga y ganas de investigarlo de vuelta.

-Pina. Nos pareció muy interesante la convocatoria a poner el cuerpo de otra forma. Creo que sacarse las zapatillas genera al principio un poco de incomodidad y quizás un poco de rechazo, me parece interesante tener que pasar por esos momentos para poder interactuar con la mesa, para conectarse con los sentidos, con la tierra mojada, ese pedacito de otro lugar en el medio del aula.


-Bruce Nauman. De todas las que me gustaron era quizas la unica en la que habia que estar quieto. O al menos sentado. Tenia algo atrapante, algo que a pesar de todo el movimiento y el ruido del aula, generaba una sensacion de abstraccion del espacio. Un poco como estar dentro de ese otro lugar.