Sebastián fue el personaje que elegimos con mi compañera Agostina. Él, tiene algo que nos interesó para retratar y es la soltura para jugar con los arquetipos de lo femenino y de lo masculino.
Buscamos retratar un poco ese juego, del encuentro con la feminidad, la piel, las texturas, las telas, los maquillajes. Y a la vez un poco lo que hay detrás de ese juego, lo que esa soltura insinúa.
Mi intención con él, era mostrar esa la huella de lo femenino más allá del juego. Eso que se esboza levemente en los gestos, los movimientos. Esta feminidad sugerida de Sebastián, tan sutil, tan tenue, que se vela y devela en su masculinidad.
En fin, después de varias idas y venidas, juegos, risas y muchas pruebas, ensayos y errores, este es el resultado final. Y aunque probablemente todavía haya cuestiones para seguir ajustando y trabajando, creo que es una buena síntesis de los varios encuentros con Sebastián, y que refleja lo que me interesaba contar de él.
Mi foto final.
La foto de mi compañera.
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