En la ultima teórica estuvimos hablando del encuadre, punto de vista y mirada como herramientas expresivas para sacar fotografías.
El encuadre, como una forma de recortar un fragmento de un mundo sobre el que queremos llamar la atención. Creando un adentro de la foto, pero creando también un afuera que juega con la imaginación del espectador. El punto de vista, es una forma de reforzar lo que queremos que se vea en la foto, una especie de re encuadre dentro del cuadro, que dirige la mirada el espectador hacia donde nosotros queremos. La mirada es la especificación mayor todavía, trata sobre que es lo que decimos con esto que mostramos, la mirada es en un punto la razón por la cual hacemos esos encuadres y elegimos esos puntos de vista y no otros.
Esto de la mirada me dejo bastante inquieta durante las correcciones y a lo largo de la semana pensando en mi trabajo. Me pasa, que siento que no logro dar a entender mi mirada sobre el club que elegí. Me corre bastante la idea de que no se entienda a donde quiero ir, que se interprete otra cosa, o que ni siquiera eso.
Entre las fotos que vimos y analizamos en clase estaba la serie de las 26 gasolineras de Ruscha. Esta serie me causo al inicio una mezcla de gracia, extrañeza y curiosidad. Y a lo largo de toda la semana me encontré comentándola entre amigos, pensándola bastante. La volví a buscar una tarde y me di cuenta que había algo que me transmitía bastante calma en relación a mi trabajo.
Pienso que Ruscha no se paralizaba antes de sacar las fotos pensando en si se iba a entender o no a donde quería ir con ellas. O quizás si, quizás estaba todo meticulosamente pensado, teorizado y ejecutado sin dejar un solo detalle que no fuera planeado. Quizás hacia cuatro o cinco retomas, o quizás simplemente iba, disparaba cuando lo sentía y se iba a la siguiente. Quizás su intención era generar esta extrañeza, risa e incluso irritación que se genero en el aula, o quizás no. Quizás tenia una intención completamente diferente, o no tenia ninguna en particular. El punto es que creo que todo esto no importa realmente a fin de cuentas.
Creo que la serie esta ahí materializada, y esta diciendo algo y por como esta editado el libro, sin una introducción, o una contextualizacion mas allá del nombre y la ubicación de la gasolinera, con un titulo muy simple, pienso que a Ruscha no le interesa que todos comprendamos a ciencia cierta que quiere decir con su obra. Creo que este es un poco el juego que la hace tan interesante (al menos para mi). Pensando en las interpretaciones y sensaciones que manifestaron mis compañeros respecto a las fotos, me daba cuenta que eran muy diferentes unas a otras y que en verdad todas eran validas. Yo no creo entender exactamente que dicen las fotos, quizás me faltan conocimientos intertextuales, o históricos, o técnicos. En una de esas en un tiempo me cae la ficha y encuentro un mensaje ultra-secreto y revolucionario escondido entre las luces quemadas y movidas de la Shell de Dagett California... o no.
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